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La enseanza de la religin es una realidad en los
pases europeos
 

Carlos Esteban Garcs

Director de Religin y Escuela

 

 Se ha celebrado recientemente en Alemania un
Foro sobre la enseanza de la religin en Europa con la
participacin de alrededor de 50 expertos y responsables
de numerosos pases europeos y uno latinoamericano invitado.
Es la dcima vez que se rene este Foro, la segunda vez
en Alemania, en esta ocasin la ex Alemania Democrtica.

 Bautzen, ciudad que est celebrando actualmente
en el 2002 los 1000 aos desde su fundacin, cerca de
Dresde, en el Estado de Sajonia, ha acogido la celebracin
del X Foro Europeo sobre la Enseanza de la Religin en la Escuela que
se ha celebrado del 3 al 7 de abril. Portugal, Italia,
Espaa, Alemania, Croacia, Blgica, Lituania, Austria,
Holanda, Hungra, Polonia, Eslovaquia, Repblica Checa
y Eslovenia han sido los 14 pases representados en este
encuentro que contaba tambin con Brasil como representante
invitado de Latinoamrica. La
contribucin de la enseanza de la religin a la personalidad
y solidaridad
ha sido el tema central sobre el
que ha girado la temtica del Foro.

 La ERE es una realidad
en Europa

 Entre las conclusiones que podran expresar,
en sntesis, nuestra experiencia en este encuentro, podemos
sealar la constatacin, una vez ms, de que la
enseanza de la religin es una realidad en todos los
pases europeos
con las nicas excepciones de Eslovenia
y Francia. Una realidad diversa y muy compleja, con multitud
de matices en cada pas, pero con dos ejes comunes en la identidad
y naturaleza de esta enseanza:

         
forma parte del sistema educativo
de cada pas
, se imparte tambin en las escuelas pblicas, dentro del currculo y
del horario escolar, los alumnos pueden optar entre varias
confesiones religiosas, y los que no quieren una enseanza
religiosas de ninguna confesin tienen una materia alternativa
fundamentalmente basada en la tica y los valores, cualquiera
de las opciones es evaluable;

         
se ofrece desde las confesiones
religiosas
que
son las responsables de los contenidos y de la propuesta
del profesorado, aunque laboralmente dependen de las administraciones
educativas que son las que contratan y pagan, y se imparte
asumiendo las caractersticas propias de la institucin
escolar.

 La identidad curricular y confesional de esta
enseanza, sobre todo en las escuelas pblicas, no pretende
en ningn caso la conversin de los alumnos ni requiere
su confesin de fe para cursar la materia y se ofrece
como materia escolar desde la objetividad acadmica y
curricular, en dilogo con otras opciones religiosas y
cosmovisionales, en apertura a la radical pluralidad que
caracteriza nuestro tiempo, contribuye a la comprensin
de la historia propia y de las tradiciones, incorpora
el hecho religioso en la sociedad plural de un modo cvico
y racional, ofrece la oportunidad de los valores y la
capacidad humanizadora de la experiencia religiosa, construye
lo tico individual y fortalece la tica en la sociedad,
cultiva las inquietudes y la bsqueda de respuestas en
torno al sentido de la vida, facilita la insercin social
del alumno en la cultura y en la sociedad, suma sus objetivos
a las finalidades propias de la escuela y contribuye a
la autoconstruccin de la personalidad y solidaridad.

 De esta manera, la enseanza de la religin,
como materia escolar de naturaleza confesional y optativa,
hay que comprenderla desde los fines propios de la educacin
cuya responsabilidad
debe ser gestionada por los poderes pblicos
y cuando
estos, desde su neutralidad ideolgica y religiosa, tienen
que asumir una enseanza con una identidad propia, de
inters pblico, deben solicitar la colaboracin de estas
entidades de la sociedad con el Estado. Y en esto, la
enseanza de la religin es un caso paradigmtico. Simultneamente,
las confesiones religiosas deben asumir los mnimos de
tica cvica y pblica propios del Estado y de la sociedad
plural que estn garantizados por las leyes fundamentales
de cada pas, en el caso de Espaa por la Constitucin
de 1978. En este sentido hay que subrayar la funcin
social de las religiones
y su consideracin de inters
pblico. Un rasgo que tiene que ser una realidad en las
propias confesiones religiosas, por su propia identidad
y por la necesidad de ciudadana que debe caracterizar
a todos los colectivos de una sociedad plural.

 La ERE tambin es
un problema

 Otra de la conclusiones que podra expresar
la experiencia de este Foro, constata que la ERE no solo
es una realidad en los pases europeos, la
enseanza de la religin tambin es un problema.
Algunas
dificultades que protagonizan los debates en Espaa, especialmente
nutridos por nuestra historia reciente y de los ltimos
dos siglos, tambin se dan en otros pases. No se encuentran
esas dificultades en Reino Unido, que en esta edicin
del Foro no ha estado presente pero s en anteriores.
Tampoco en Alemania, cuya Ley Fundamental garantiza en
su artculo 7.3 la enseanza de la religin, segn sus
confesiones, o la tica, para todos, ambas plenamente
curriculares, como sus profesores. Aunque en Alemania,
despus de la reunificacin posterior a la cada del muro,
los nuevos Estados del este s regeneran algunas dificultades
impensables en los Estados de la occidental.

 Por ejemplo, en el Estado de Branderburgo, donde
despus del anterior rgimen poltico las creencias religiosas
han quedado reducidas a porcentajes muy bajos -20% de
protestantes y 5% de catlicos- se ha propuesto una enseanza
de lo religioso y lo tico impartida desde la neutralidad,
sin confesionalidad, sin las iglesias, y con un programa
elaborado por aquel Estado puesto que el gobierno central
no tiene las competencias en educacin.
La medida ha supuesto algunas crticas y una controvesia
legal ya que las Ley Fundamental garantiza la enseanza
de la religin confesional pero las competencias son de
los Estados. Los tribunales han instado, cinco aos despus
y antes de dictar una sentencia definitiva, a las partes
implicadas -iglesias y administracin educativa- a llegar
a un acuerdo. De momento sigue esa asignatura para todos
y para quien lo solicite tiene ya la posibilidad de una
asignatura confesional, protestante o catlica.

 Por el contrario, en la laica Francia, paradigma
propuesto como modelo en mltiples ocasiones para sacar
la enseanza de la religin de las escuelas, se reconsidera
con fuerza la reintroduccin de lo religioso en la educacin
de los alumnos. JacK Lang, ministro francs de Educacin, ha decidido introducir la
religin en la enseanza pblica, aunque las propuestas
no van por una asignatura nueva, ni confesional ni cultural,
sino por nuevos contenidos en las materias que ya existen.
El ministro afirma que hay que pasar ya del laicismo de
la no competencia al laicismo de la inteligencia. Las
medidas que se manejan, en pleno perodo electoral en
Francia, se basan en un informe de 35 pginas elaborado
por Rgis Debray
en el que subraya que "el
conocimiento del hecho religioso es hoy una condicin
para la libertad de conciencia
". Ms adelante
aade que "el estudio del hecho religioso no es ms que la prolongacin de las enseanzas
fundamentales
". Debray fundamenta en su informe
que la mayora de los estudiantes franceses tiene una
incultura total del hecho religioso, con la nica excepcin
de los nios musulmanes, una realidad que no le parece
nada lgica ni coherente. Conocer el hecho de las religiones
contribuir a combatir, seala, el peligro de fanatismos
religiosos. Recordemos que en Francia el 80% de la poblacin
se declara catlica, el 7% es musulmn y el 1% es judo.
Por otra parte, 4 de cada 10 nios reciben catequesis
en la tarde de los mircoles.

 Otra de las cuestiones sociolgicas que afecta
de pleno a la ERE se da en los pases de la ex Unin Sovitica
que ahora presentan un panorama nada fcil para lo religioso
en general y para la enseanza de la religin en particular.
En aquellos pases predomina una tercera confesin, los
arreligiosos o los sin dios, como sealaba en una de las
ponencias del Foro el profesor Tefensee,
de la Facultad de Teologa de Erfurt. Los efectos de varias
dcadas de ocultacin y negacin de lo religioso ofrece
ahora unas consecuencias muy serias. Se tema que despus
del fracaso de la ideologa marxista-leninista aconteciera
una vaco sentido, una crisis de orientacin o una prdida
de valores, pero algunos aos despus de recuperar las
libertades y la ciudadana de los religioso no se puede
confirmar el pronstico. Ms bien al contrario, la tesis
de que la religin cumple una funcin indispensable en
la vida de una sociedad y de que el hombre es religioso
por naturaleza no parece sostenible. El profesor Tefensee
afirmaba que en Alemania oriental la vida de la sociedad
funciona bien sin religin y que el individuo no nota
que le falte algo cuando no tiene religin. Esta doble
realidad, el pasado rgimen contrario a la religin y
el nuevo rgimen en el que lo normal es vivir sin religin,
tiene enormes consecuencias para la enseanza de lo religioso
en los sistemas educativos que se abre paso pero muy lentamente.
En algunos de esos pases de la Europa del este se alcanzan
porcentajes entre el 12% y el 20%.

 El programa del Foro

 Estas consideraciones expuestas, que nosotros
hemos resumido a modo de dos conclusiones, se han puesto
de manifiesto en los debates del Foro Europeo sobre la ERE,
sus ponencias
y su comunicado final que tambin ofrecemos
al final de este artculo.

 El la primera ponencia del encuentro, el profesor
Schweitzer,
de la Universidad de Tubinga, articulo las tareas fundamentales
de la ERE en torno a la formacin de la personalidad de
los alumnos y su dimensin solidaria. Era la primera vez
que en este foro intervena un profesor de pedagoga de
la religin protestante y promovi a lo largo de toda
su intervencin una sensibilidad ecumnica junto con un
llamamiento a la cooperacin de las distintas confesiones
para una mejor receptividad social de la enseanza de
la religin en las escuelas. El auditorio asumi con receptividad
sus propuestas acerca de una ERE impartida en una sociedad
plural que necesariamente tiene que hacer compatible el
ejercicio desde su propia identidad con la apertura a
los otros, el inters pblico que tiene su aportacin
cuando es ejercida desde la propia tradicin que enriquece
el patrimonio de la sociedad a la vez que contribuye a
una construccin plural y multirreligiosa de identidades.
La personalidad, como visin cristiana de la identidad,
y la solidaridad, como visin cristiana de la sociabilidad,
son dos aportaciones fundamentales de la ERE que se justificaron
en la ponencia que tambin subray la importancia de la
identidad confesante del profesorado que imparte la enseanza
de la religin en las estructuras pblicas de la sociedad.

 El ponente tambin present algunas experiencias
de una ERE cooperativa entendiendo esta cooperacin entre
las confesiones protestante y catlica. Los estudios referidos
a esas experiencias muestran muy pocas reservas y prejuicios
por parte de los alumnos que tampoco ven mermados sus
objetivos educativos por este tipo de cooperacin entre
las confesiones religiosas. Por ello, se recomendaba una
cooperacin ecumnica entre las iglesias en la enseanza.

 En la segunda ponencia, el profesor Gry Gevaert, de Brujas, present algunas
aportaciones de la enseanza de la religin a la construccin
europea. Fundamentalmente parti del informe Delors y
sus cuatro pilares bsicos para la educacin para ir articulando
las aportaciones esenciales de la ERE en la formacin
escolar de los alumnos. En torno al concepto de la enseanza
de la religin subray, el marco de la pluralidad en la
que es ejercida en las sociedades occidentales y el enorme
desafo del dilogo que tiene que asumir desde su propia
identidad y tradicin. Para los alumnos es decisivo el
mtodo del dilogo y la comunicacin como pedagoga que
posibilita la autoconstruccin de la personalidad. Finalmente
concret la experiencia de Blgica en la que, aunque las
escuelas cristianas ocupan dos terceras partes del sistema
educativo, la enseanza de la religin puede impartirse
hasta en seis confesiones diferentes y los que no optan
por ninguna de ellas tienen una enseanza de tica.

 Este encuentro tambin prest atencin a las
nuevas tecnologas y su impacto en la cultura de nuestros
das y tambin en los procesos de enseanza-aprendizaje.
El profesor Franco Mazza, de Miln, mostr la importancia de estos nuevos mtodos
de comunicacin y su espacio en la educacin. Constatamos
que los alumnos han entrado en ese mundo ms que los propios
profesores que no han sido preparados para esta nueva
realidad y que ven erosionadas algunas tareas fundamentales
por esta nueva situacin. Por otra parte, el conocimiento
y la informacin se ha multiplicado y los nuevos roles
del profesorado habrn de proporcionar aprendizajes para
seleccionar y manejar las informaciones.

 Un espacio importante en el programa del Foro
lo ocupaba la reflexin formulada desde los pases del
este, concretamente desde la Alemania oriental en la que
se celebraba el encuentro. Para ello se contaba con las
ponencias de los profesores Tiefensee y Reinhard Hauke,
de Erfurt. El primero, como ya hemos sealado ms arriba,
explico lo que l denomina una tercera confesin arreligiosa,
mostrando como Alemania oriental puede ser tan arreligiosa
como catlica es Polonia o Baviera, insistiendo en evitar
el trmino ateo porque contiene una connotacin de negacin
de dios, despus de la pregunta, que en aquel contexto
no lo tiene. Entre los datos que se ofrecieron podemos
destacar: en 1946, el 82% de la poblacin se declaraba
protestante y el 12% catlico; en 1990, las encuestas
daban un 25% de protestantes y un 4% de catlicos. En
ese mismo perodo, los aconfesionales han pasado del 5%
al 67%. En muchas ciudades los cristianos forman minoras
que estadsticamente parecen sectas, son una autntica
iglesia en la dispora que, por otra parte ha desarrollado
una mentalidad de fortaleza. El profesor Hauke, den de
la catedral de Erfurt, desde su experiencia de vocacin
sacerdotal en la clandestinidad, mostr los desafos para
la experiencia confesante de la nueva situacin de la
Iglesia hoy.

 Todas las ponencias del foro tenan posteriormente
un trabajo de debate
por grupos
lingsticos y finalmente un plenario.
Los representantes de los 15 pases se dividan en cuatro
grupos, espaol, italiano y dos grupos en alemn. La comunicacin
y las experiencias compartidas complementaban desde la
realidad las aportaciones tericas de las ponencias. Estos
dilogos en los que tambin estaban presentes los ponentes
servan para ir preparando las conclusiones del encuentro.

 

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